Hoy el mundo se ha despertado con una noticia muy desagradable. En Boston dos bombas han segado la vida de, por el momento, tres personas inocentes. No entiendo cómo la gente puede hacer algo
así. Ciertamente es dantesco pensar que existan personas que crean que la solución a los conflictos o a sus problemas sea acabando con la vida de sus semejantes, de sus hermanos. Niños, padres, ancianos... se encontraban allí, felices, presenciando una prueba de atletismo que ha acabado en tragedia.
En el mundo ya estamos acostumbrados a escuchar verdaderas atrocidades, muchas veces incluso a presenciarlas. ¿Por qué esta es diferente? ¿Por qué nos escandalizamos tanto? Quiero decir. En Siria todos los días están muriendo niños. Ayer, sin ir más lejos 31 si no tengo mal entendido. ¿Acaso esto no importa? ¿Acaso no es muerte igualmente?
Aunque no ocupen las portadas de los periódicos ni las cabeceras de los telediarios, quiero hacerme eco de un relato de Amnistía Internacional en El Líbano. En dicho artículo se recogen dibujos de niños. No son como los de nuestros primos o futuros hijos. No son dibujos alegres. Son dibujos que reflejan esa crueldad y esa guerra. Dibujos que, mal que nos pese y aunque no deseáramos se hubieran creado nunca, también son arte. Arte que refleja una crueldad perpetrada por los hombres.
Mapa de Siria lleno de sangre
Estos niños probablemente jugaban apaciblemente en sus casas cuando fueron sorprendidos por los tanques. Posiblemente no esperaban dicho suceso, como ayer en Boston. El marco ha cambiado, pero la terrible consecuencia de un hecho totalmente injustificable no. Lo que ningún niño en el mundo debería presenciar, ambos lo han presenciado. Lo que nadie quiere que sus hijos vean y sientan, lo han visto y sentido. Y desgraciadamente nunca nos daremos por vencidos. Y estos dibujos no van a ser los últimos.
Ciertamente espero equivocarme. Quiero creer que algún día la gente por fin se volverá sensata y se de cuenta de que hay cosas que no se pueden tolerar. Que no podemos quedarnos de brazos cruzados. Que si en Boston necesitan ayuda tal día como hoy, en Siria llevan meses necesitándolo y no sólo no ayudamos, sino que además no damos la suficiente importancia a dibujos como este que verdaderamente ponen los pelos de punta.
No dejemos de lado otros dramas que se viven en el mundo porque este arte no debe caer en el olvido. Refleja un sentimiento y debemos actuar.
No dejemos nunca que las personas más vulnerables del mundo, los niños, pasen por estas situaciones. Sus cuadros han de ser alegres. Desde aquí mi más sincero apoyo a todos los habitantes de Boston y, por ende, de los Estados Unidos.
Espero que nadie nunca se detenga ante nada. Hemos de perseguir lo que creemos justo y llenar nuestras vidas de buenos y bonitos momentos.
Hasta la próxima blogueros :D
(Imágenes sacadas de Google)
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