martes, 26 de marzo de 2013

Paseos de arte




Cerrad por un momento los ojos. Intentad no pensar en nada. No os dejéis llevar por todo lo que hoy en día nos agita. Alejar por un momento los agobios personales. Olvidaros de los trabajos de la facultad y de los problemas de toda índole que os aquejan. Disfrutad de la música simplemente. Pensad en un lugar que os guste de verdad. Pensad en las personas con las que estaríais allí. Pensad, en definitiva, en todo lo que os haría felices. 

Desgraciadamente, en esta sociedad tan modernizada y agitada tenemos poco tiempo para pensar. Preferimos medrar económicamente a como personas. Vamos por la vida dando tumbos sin saber verdaderamente qué queremos de nosotros, cómo queremos orientar nuestra vida o si estamos yendo por buen o mal camino, si nuestras decisiones son acertadas o no.

Además de canciones como esta, desde aquí os propongo alguna que otra visita por preciosos parajes de nuestra ya de por sí bella provincia. Este lugar se encuentra en nuestra sierra. Un lugar jalonado por multitud de bancales. Un lugar donde el olor de la jara sustituye el de la fábrica de Mirat y de los motores de coches que deambulan de aquí para allá. Un lugar donde podemos meditar acerca de hacia dónde nos dirigimos en la vida. Donde pensar si realmente estamos siendo felices o simples marionetas del sistema capitalista que nos rige. Os invito a pasear entre arte.




Estoy seguro de que la mayoría de los salmantinos desconocen estos tesoros que se encuentran a apenas 60 kilómetros. Nos sentimos muy urbanitas si nos vamos de vacaciones a París, por ejemplo, pero olvidamos que el verdadero arte es aquel que nos pone en contacto con la naturaleza. Obviamos que en París es difícil que nos encontremos como personas pero que en nuestra propia sierra tenemos un espacio donde realmente podremos crecer. 

Sólo pretendo con esta entrada remover conciencias. Hacer ver que el arte está al alcance de todos. ¿Y qué mejor arte que el que esconde la naturaleza? ¿No hay más belleza que la que esconde un sendero entre montañas con verdes árboles y, quizá un pequeño regato de agua cristalina?

Sinceramente, después de haber visitado estos bellos lugares no tengo ninguna envidia por no haber visitado aún París. Creo que los sentimientos que transmiten lugares como estos son aún mayores que cualquier sensación que el dinero puede transmitir. 

Yo sólo os propongo esta actividad, ¿por qué no animarse? Son sólo 60 kilómetros. El beneficio es enorme

(Imágenes sacadas de Google)

El retrato femenino

Siguiendo con la temática de mi entrada anterior (la cual hace referencia a los cambios en relación al lenguaje visual y las formas de comunicarnos desde una etapa de transmisión oral a la actual era visual) quería hacer referencia a un vídeo bastante llamativo que ofrece una serie de imágenes acerca de cómo ha ido evolucionando a lo largo de la historia el retrato femenino. Echadle un vistazo.


Como se puede apreciar en el vídeo, no se advierten patrones comunes entre todas las mujeres que aparecen en el vídeo. Unas tienen la piel más blanca que otras, unas tienen el pelo negro, otras son rubias, morenas... Unas parecen más esbeltas, otras con más kilos... Y todas ellas son iconos de una época. Todas representan la belleza en el contexto en el que se sitúan. Actualmente, por ejemplo, no está dentro del canon de belleza reinante una mujer grande o con poco pecho, pero quizá, si nos retrotraemos unos siglos o avanzamos a partir de la época actual, estas características vuelvan a formar parte de lo que entraría dentro de una mujer bella y, lo que ahora consideramos como tal, dejaría de formar parte de este grupo.

Debemos tener claro que el retrato femenino en este caso constituye una imagen que representa una realidad como en este caso puede ser "la mujer perfecta". Esta "realidad" está representada por un emisor y el receptor es el que la interpreta.  Pero estas imágenes son sólo representaciones características de esta cultura visual. Una cultura visual que va cambiando con el paso de los años.




Quizá el siglo pasado esta imagen era una muestra de poco decoro y algo escandaloso para estar presente en los medios de comunicación y que, por ello, la gente tuviera acceso a la misma. Hoy día, nos parece algo cotidiano. Un anuncio más de los muchos. No nos preocupa ni nos traumatiza que, en este caso la mujer, salga en una postura sugerente y mordiéndose unos carnosos labios rojos que dirigen nuestra atención. Pero quizá lo que sí deberíamos hacer es plantearnos el hecho de por qué esa determinada postura, por qué esos labios que desentonan con el color reinante en la fotografía, qué nos intenta transmitir el autor, por qué ese tipo de mujer y no otra...

Como público que recibe toda esa información debemos depurarla. Tenemos la obligación de ordenarla y trabajar con ella pues está en todos los ámbitos de la sociedad. Debemos tener la capacidad para saber criticar todo ello que creamos inconveniente y para avalar y dejarnos guiar por aquello que creemos merece nuestro respeto y admiración. Y es que, aunque el arte y sus modos de representar haya cambiado, nosotros también. Y ahora estamos mejor educados que nunca para podernos enfrentar a todo ello.


(Imagen sacada de Google)

El cine de los hermanos Lumiére

¿Alguno de vosotros sabe quiénes son los hermanos Lumière?

Estos hermanos franceses son los precursores de nuestro actual cine. A ellos les debemos el descubrimiento del proyecto cinematográfico. 





Proyector cinematográfico de los hermanos Lumiére


Actualmente observamos su creación y pensamos que no es para tanto. No nos damos cuenta de la importancia que este artilugio que hacia finales del siglo XIX vió la luz supuso una revolución en la sociedad de la época. Sería equiparable, a algo así como el descubrimiento de una vacuna contra el cáncer en nuestra época o a la llegada del hombre a la Luna que revolucionó el mundo hace medio siglo. 

Nos resulta gracioso hoy día imaginar cómo en aquella época podía horrorizar a los espectadores observar trenes acercándose en la gran pantalla. Eran otros tiempos.



Y es que, parejo a la sociedad, el mundo de la comunicación y de lo visual ha ido evolucionando desde siemples representaciones escritas hasta grandes composiciones. Desde la era de la tradición oral hasta la era virtual. Pero resulta importantísimo determinar que el verdadero salto cualitativo se dió gracias a este invento por parte de los Hermanos Lumiére. Pasábamos de imágenes concretas a imágenes en movimiento. (era de la imagen). Este gran artefacto supone un salto cualitativo a la hora de representar y comunicar cosas y ha dado pie a cada vez más sofisticados descubrimientos y aparatos de todo tipo.

Hoy en día somos partícipes de una continua renovación en esta nueva era visual. Somos conscientes de que los tiempos han cambiado, que las imágenes que nos llegan a través de la publicidad no son las mismas y de que van a seguir evolucionando. Sabemos que lo que hoy en día consideramos una novedad en, por ejemplo, el cine, el día de mañana va a quedar obsoleto debido a nuevos cambios y formas de representar.

No nos queda otra que abrir nuestra mente y dejarnos embriagar por los nuevos estilos que, a buen recaudo, seguirán llegando hasta nuestras casas, nuestros cines, nuestras vallas publicitarias... enriqueciendo el cada vez más complejo mundo del arte. 




La era visual no ha hecho más que comenzar.


domingo, 24 de marzo de 2013

Street Art

Al igual que los tiempos cambian, y lo que hoy nos parece algo cotidiano antes se consideraba algo ilegal, escandaloso o al alcance de unos pocos, el arte también evoluciona.

Hoy en día no nos extraña nada observar grafitis en los muros de nuestras ciudades. Este arte urbano (street art) comenzó a desarrollarse hace ya muchos años. Hoy en día, y tras una larga evolución, este tipo de arte se caracteriza por desarrollar todo tipo de técnicas (desde plantillas y posters a pegatinas y murales) para incluir nuevas formas de hacer grafitis. Estos grafitis que se dan actualmente en nuestras ciudades buscan, no sólo la simple transmisión de una idea, sino muchas veces también la crítica, la transmisión de sentimientos, la sorpresa de los espectadores... Creando verdaderos mosaicos en el entorno urbano.

Y si hablamos de street art no podemos dejar de mencionar a Bansky.Bansky es un británico muy especializado en este tipo de arte urbano. Se caracteriza por crear composiciones en las que combina la escritura con los dibujos en las cuales satiriza y critica ciertos aspectos de las sociedad actual. Sus obras generan gran controversia y hablar de él nos supone una reflexión.

¿Son sus obras vanguardia? ¿Son quizá arte? ¿Son provocación? ¿Afean el paisaje urbano?





File:Scousebanksy.jpg

Sin entrar a valorar todo esto, considero que no hay por qué escandalizarse de todas aquellas composiciones que autores como Bansky realizan. En mi opinión, siempre que no se estropeen monumentos ni se coarte la libertad de los dueños de dichas casas o muros, bienvenido sea este y todos los tipos de arte existentes. Pero lo esencial de todo esto, es la controversia que genera. Lo importante es que, guste o no guste, no deja indiferente a nadie.



Estas imágenes provocativas son obra de Bansky. Seguramente muchas de ellas generen polémica. Seguramente también a muchas personas les resulten, cuanto menos, llamativas. Lo que realmente importa es que este tipo de obras se van a seguir dando en el mundo y nosotros vamos a poder ser partícipes de ellas. Podremos valorar y observar como el concepto de arte va cambiando en una sociedad en continuo movimiento. 

Sólo me queda que agradecer el aporte que autores como Bansky realizan en este y otros campos relacionados con el arte, en este caso, callejero.


(Imágenes sacadas de Google)

sábado, 23 de marzo de 2013

El reto de las oposiciones

Llevo ya algunas entradas hablando acerca de la profesión docente. Dando una serie de pinceladas de lo que significa para mí esta profesión. De lo importante que me parece llegar con ilusión a esta carrera. Sentir verdaderamente que vas a ser un buen docente, que vas a procurar lo mejor de tus alumnos. Que la mayor ilusión que podrás encontrar en tu futura vida laboral será la de sentir que has conseguido que tus alumnos sean felices, que aprendan a vivir por si mismos y que te vean como una figura importantístima para su desarrollo y que, en un futuro, te sigan recordando como aquel profesor que dejó una huella en ellos. Una forma diferente de vivir y actuar.

Y sé que en este país aún no gozamos de la posición que me gustaría. Sé que hemos perdido la autoridad que antes teníamos. Ya no se nos respeta de la misma manera y se nos suele tachar en muchos medios de comunicación poco menos que de vagos, sumisos y alienados. Y yo no quiero negar que, efectivamente, haya muchos docentes que ya hayan perdido la ilusión. Que se resignen a aceptar que la sociedad evoluciona y con ello sus alumnos. Yo no niego que ya haya docentes que hayan tirado la toalla y no quieran adaptarse a esta nueva situación. Pero lo que tampoco es normal es que por ello tengamos que aceptar todo como está montado.

Todo esto viene a cuento porque hace unos días leí una noticia bastante desagradable  de la que muchos medios de comunicación se han hecho eco. La noticia, con  mayor o menor diferencia, venía a decir algo así:

Maestros suspensos en Primaria, Asi educarán a nuestros hijos... y demás titulos que, en mi opinión, buscan avergonzar a toda la profesión docente buscando que nos sintamos realmente inútiles, poco preparados para trabajar en el aula.

Sin entrar a valorar la fiabilidad de estas noticias (porque si entro a ello podría extender esta entrada demasiado) me preocupa sobre todo el hecho de que la sociedad verdaderamente crea todas estas patrañas por el simple hecho de que aparezcan en los diarios. La verdad, no sé de qué me extraño. Si en España también nos parece creíble oír que los alcaldes y concejales se bajan sus sueldos porque, claro, como las dietas no se las cobran... Como dejan por ello de usar coches oficiales y van en autobús a su trabajo...
 Y yo, señores, nunca he visto a Mañueco bajarse en la Plaza del Mercado de un autobús de la línea 4 para acudir a su puesto de trabajo. 

Lo que realmente me preocupa es que, aún siendo cierto lo que se expone en los medios de comunicación, la gente crea realmente que en la carrera se nos está preparando para solventar dichas preguntas (cosa que realmente no se hace y constituye otro gran fallo del sistema). También me preocupa que la gente crea que las oposiciones son un reto demasiado fácil que cualquier alumno de 12 años podría hacer. Y es que, creyendo esto no hacen sino echar más leña al fuego, no hacen sino pensar: "normal que no confiemos en la docencia, si les ponen exámenes de niños de 12 años para optar a su plaza y encima la mayoría suspenden...". Desde aquí voy a contar un secreto a toda esa gente. NO, NO PINTAMOS NI COLOREAMOS EN LAS OPOSICIONES. NO JUNTAMOS PIEZAS DE LEGO. NO SUMAMOS 3 MÁS 4 NI ADIVINAMOS CUANTAS MONEDAS NECESITAMOS PARA COMPLETAR 90 CÉNTIMOS. 

Puede parecer cómico, pero tristemente es así. Tristemenete sé que, al igual que hoy dia, en el futuro tendré que pelearme con padres de alumnos y con otros tantos compañeros y amigos que día a día afirmen lo bien que se vive de maestro, con un puesto para toda la vida, viviendo sin agobios, sin tener que planear nada...No quiero resignarme a creer que estas opiniones que la mayoría de la gente ya ha adquirido vayan a perdurar en el tiempo y se repitan de generación en generación. 

Quiero pensar que en el futuro la gente de verdad apueste por la profesión docente. Quiero que sientan que las personas que nos vamos a ocupar de la educación de sus hijos en las aulas somos las más competentes y preparadas para ese puesto. Que para llegar hasta allí hemos pasado por unos estudios de importancia y superando unas pruebas difíciles. Y que, sobre todo, se nos tome más en cuenta y piensen que realmente vale la pena trabajar codo con codo con el docente de sus hijos. Pues, digan la que digan, la Educación fue, es y será la base de la sociedad.

Lo mejor que podría hacer toda esta gente es preguntarse realmente gracias a quién han llegado donde están ahora mismo. Debido a quienes han conseguido labrarse un futuro, superar unos estudios y optar al trabajo que hoy ocupan. Quizá entonces, sólo quizá, comenzarán a valorarnos mucho más.

Yo, mientras tanto, seguiré levantando la cabeza bien alto y defendiendo lo que creo que es justo. Y lo que creo justo es decir que la profesión docente es tan válida como las demás y, por ello, respetable y muy muy gratificante.



Hoy me sobra la energía, es el punto de partida

jueves, 21 de marzo de 2013

La confianza en sí mismo es el primer secreto del éxito.

Así comienzo esta nueva entrada, citando al famoso Ralph Waldo Emerson.

En nuestra vida, y muy a nuestro pesar, estamos constantemente superando obstáculos. Nos encontramos a cada rato sometidos a nuevos agobios y presiones. Ya sea nuestro futuro, las notas, los compañeros... Intentamos a cada momento agradar a todos, sentirnos bien con nosotros mismos y queremos constantemente ser mejores personas, conseguir todas las metas que nos proponemos y no defraudar a la gente que apuesta por nosotros.

Algo parecido le pasaba en la película al famoso Billy Elliot. Este niño inglés siempre había querido ser bailarín de ballet. Sin embargo, el contexto en el que vivía (una familia monoparental y sobrellevando como podía la crisis reinante del carbón en los años 80) le impedía dedicarse a su verdadera vocación por aquello de que estaba mal visto por tratarse de un chico. Billy debía ir a boxeo, algo para lo que no tenía verdadera dedicación y cuando podía abandonaba para dedicarse a otros menesteres como podían ser los de bailar. Pese a las reticencias de su padre y su hermano, y con la ayuda de su profesora de baile, Billy llegaria a ser un gran bailarín profesional desechando todas aquellas voces que opinaban que los hombres no estaban capacitados para ejercer tan dedicación y, asimismo, haciendo ver a su padre y hermano que el ballet era lo que Billy realmente amaba y que no se conformaría tan facilmente con seguir relegándolo a un segundo plano. Él quería bailar, y haría todo lo posible por conseguir sus sueños.

Muchas veces, a lo largo de nuestra vida, estamos tan perdidos como lo podría estar Billy en su momento. A mí mismo se me planteó esa duda hace dos años. ¿Qué hago? ¿Estudio lo que realmente me gusta o me decanto por una carrera por la sociedad vista como "más útil" o "menos cómoda" o, por qué no decirlo, para gente "menos tonta"? Porque a nivel social esa es la concepción que se tiene de nuestra carrera y todo lo que la rodea. 

Y más allá de nuestro futuro profesional. Estoy seguro de que en más de una ocasión nos hemos dejado llevar por las opiniones de los demás sin ni siquiera cuestionarnos si realmente lo que realizamos nos hace felices. Sin pararnos a pensar si eso es lo que realmente nos conviene o si realmente estamos pensando por nosotros mismos.

Personalmente, considero que no sirve de nada vivir dejando de lado tus ideales, tus propios sentimientos y formas de actuar. Debemos, porque no, hacer caso a las opiniones de los demás, pero ante todo se trata de nuestra vida, y somos nosotros los que debemos vivirla. Lo único que debemos tener es un poco de confianza en nosotros mismos y que, ante todo, tengamos claro que todos aquellos pasos que demos, todo eso que nos configura como persona, ha de estar cimentado en una serie de valores imprescindibles como son el respeto, la libertad y la confianza. Por encima de ello, sólo nos queda seguir andando nuestro camino. 




Un camino de vida.



Y es que, el mejor sentimiento que podrás tener cuando seas mayor es el de satisfacción al decir: "sí, creí en mí, y he llegado hasta aqui por mis propios méritos. Sin pistotear a nadie, sin dejar de luchar. Con una sola meta: ser feliz".

(Imagen sacada de Google)

martes, 19 de marzo de 2013

Recursos del entorno

Por todos es sabido, incluso entre los pequeños, que nuestro planeta se convierte en un estercolero poco a poco. Los recursos se explotan de forma indiscriminada y  la basura se amontona en las profundidades de los océanos y en cualquier lugar de la superficie terrestre. Nos hemos acostumbrado a rodearnos de objetos inncesarios y demasiado lujosos aunque de ello dependa la sobreexplotación de nuestro entorno. Vemos como algo normal, desgraciadamente, el hecho de tener a pocos kilómetros de cualquiera de nuestras ciudades algo parecido a esto.





No queremos darnos cuenta de que el planeta nos ofrece unas condiciones de partida ventajosa. Unas condiciones que, ciertamente, podemos aprovechar para lograr nuestros beneficio y para incorporar del medio todo lo que creamos conveniente. Pero, desgraciadamente, todo conlleva una modificación del mismo espacio que se torna tan necesario para nuestra supervivencia. 

Sin quererlo muchas veces, estamos provocando múltiples catástrofes a los ecosistemas que cada vez se regenerarán, si lo consiguen hacer, mucho peor y más lentamente. Y, como estudiante de esta asignatura, me veo en la obligación de ofrecer una alternativa para todos estos residuos que, bien por hastío o por desconocimiento, no reciclamos pudiéndoles dar otro uso futuro. Un uso, por ejemplo, asociado al arte. Algo como esto:

 


Y es que, toda esta basura, no es otra cosa que una oportunidad. Significa aprovechar los recursos que aparentemente no tienen uso y dotarles de nuevas acepciones, en este caso, en relación al arte. 

Todo lo que nos rodea: toda esa vegetación, esos objetos que podemos modelar, esos distintos materiales, imágenes... nos pueden ayudar a la hora de trabajar en el aula. Nos sirven para entender los diferentes conceptos, las formas que se dan de forma natural en el medio... las oportunidades son muchas. 

Pero, a pesar de la multitud de oportunidades del entorno, he querido centrarme en estos materiales de desecho. Aquellos objetos que descontroladamente tiramos sin dar un segundo o tercer uso. Todo aquello que, aún aparentemente inofensivo, acaba causando grandes estragos. Y esos estragos no sólo los sufrimos nosotros:



 Realmente dantesco, ¿verdad? He obviado exponer todo lo demás, porque verdaderamente este vídeo me impactó. Ya no es por nosotros, sino por todas las demás especies que habitan en este planeta que ha conseguido estar en armonía sin nosotros, que ha conseguido sobrevivir sin nostros y que ahora parece que queremos destruir.

No debemos creernos los dueños de todo. Otros vendrán y, espero, se darán cuenta de que hemos de cambiar el rumbo de nuestras vidas. Que el desarrollo no se base unicamente en los intereses económicos sin que nada más importe. Porque llegará un día, no sé cuando, en que esto nos estalle en la cara y no tengamos tiempo de rectificar. 

Está claro que no debemos renunciar al desarrollo ni a los nuevos avances que nos deparará el futuro. Pero, debemos encontrar la forma de que el desarrollo sea lo más sostenible posible. Yo no quiero que mis hijos se encuentren con un mundo destartalado y sucio. Quiero que sepan que esta situación se consiguió reconducir y que puedan mirar al futuro con ilusión aprovechando todo eso que les sobra para, porque no, hacer una obra de arte.


 




lunes, 18 de marzo de 2013

Etapas gráfico-plásticas






Observemos por un momento esta imagen. Aparentemente es un dibujo. ¿Realmente sabríamos indicar la edad del dibujante? 

Probablemente nos quedemos tan anchos afirmando que el dibujo lo ha hecho un alumno de Primaria. Diciendo esto acertaríamos pero, para analizar la edad debemos mirar más detenidamente las características del dibujo.

-Líneas bien marcadas de base.
-Dibujos en hilera de los tres personajes superiores.
-Colores bastante prefijados (sol amarillo, nube azul, balón de baloncesto naranja...)
-El dibujo representa el desarrollo personal (sus aficiones, sus gustos...)
-Dibujos que informan de su propio conocimiento.
-Se aprecia muy bien la representación del individuo con sus compañeros, se trata, del DIBUJO DEL NOSOTROS.
-Superpone distintos planos y aún no hay perspectiva. Por ello podemos observar cómo dos personas se sitúan de forma horizontal y los otros tres de forma vertical.

A partir de estas características, podemos afirmar que el dibujo podría ser de un niño de entre 7 y 9 años. Y es que, a lo largo de las distintas etapas educativas, el alumno va desarrollando nuevas formas de expresarse a través del dibujo.

Entre los 7 y los 9 años, el alumno va tomando conciencia de su capacidad para relacionarse, el mundo que le rodea va tomando importancia y en especial sus relaciones de amistad. La importancia de sentirse parte de un grupo de amigos y aceptado por parte de todos se ve plasmada en las creaciones de los alumnos. Los colores se relacionan con los objetos a representar. Ya no nos limitamos a los simples garabatos o a las formas poco desarrolladas. Ahora las representaciones son más ordenadas y la figura humana refleja más la realidad. Además de esto, dicha figura humana intenta reflejar el cuerpo y las características del sujeto que realiza el dibujo.

Con el paso del tiempo, el niño irá realizando dibujos caracterizados por la superposición y el interés en la representación del movimiento, entre otras características. Algo como esto:




Como he pretendido dejar patente a través de esta entrada, a lo largo de su desarrollo el niño va desarrollando dibujos en función de su desarrollo psicológico. Demandará nuevas formas de expresarse que le llevarán, desde el simple garabato, a complejos dibujos y manifestaciones de sus sentimientos internos. Y es que, a través del dibujo el niño consigue desarrollar no sólo todo aquello que observa o le llama la atención, sino que nos da una idea acerca de su mundo interno, de todo aquello que demanda de los demás, de todo lo que le aflige... Por lo tanto, estos dibujos constituyen un arma importantísima que, como docentes debemos tener muy en cuenta. 

No les pongamos nunca cortapisas a la hora de dibujar y manifestarse artísticamente porque lo único que hacen es sacarlo todo a la luz y regalarnos un trozo de su mundo interno.



Prefiero dibujar a hablar. Dibujar es más rápido, y deja menos espacio para la mentira. 
Le Corbusier



martes, 12 de marzo de 2013

No soy tan bueno


Desgraciadamente, en nuestra sociedad nos hemos acostumbrado demasiado a ciertas situaciones un tanto "extrañas" por llamarlo de alguna manera. Y considero que no debería ser así. Considero que la sociedad está perdiendo el rumbo y hoy en día los valores parecen haber perdido toda su importancia. Nos parece gracioso observar en la tele como un grupo de energúmenos y maleantes se convierten en iconos de una juventud cada vez más perdida cuya única misión es esperar al fin de semana para salir al parque a hacer botellón. Nos resignamos viendo como la corrupción y las estafas son la nota dominante en los estamentos más elevados de la sociedad e incluso nosotros nos permitimos la licencia de engañar o malversar con tal de conseguir nuestros objetivos. No nos parece algo malo que haya tantísimos pisos vacíos porque sus dueños son los que tienen la potestad para decidir acerca de su utilidad pero, sin embargo, nos apiadamos de cualquier mendigo que malvive en una esquina cochambrosa y fria bajo multitud de cartones y, probablemente sin nada que llevarse a la boca. Bueno, qué digo apiadamos, lo que hacemos es evitarlos, mirar para otro lado y deshoír sus lamentos y gritos. Y todo esto es "fruto de la modernidad". Antes se llevaba eso de vivir como hermanos, compartir lo poco que se tenía... 

Hoy el que es bueno está explotado, se aprovechan de él y, evidentemente, no sale nada rentable en esta sociedad que se guía por los intereses económicos y de una sociedad abocada a la debacle. Es una situación de la que todos somos conscientes, pero que pocos pretenden cambiar, al menos hacen intento de cambiar. Todos hemos pasado por la calle y hemos evitado cruzarnos con gente "con mala pinta" por temor a que nos ocurriera algo. Todos hemos ido a alguna manifestación descontentos con la política en algún momento de nuestra vida pero ninguno ha acudido a ninguna que busque la implicación de los políticos en la protección medioambiental. No sé qué imagen pretendemos dar a nuestros hijos si tenemos una foto de una persona de color en el salón y nos enorgullecemos diciendo que le hemos apadrinado y, minutos después, salimos a la calle y negamos un euro a un pobre hambriento. Total, lo va a gastar en vino...

Todos nos hemos acomodado a esta situación. Preferimos no pensar las cosas y para ello ponemos la tele. Catástrofes naturales, hambrunas, abusos de todo tipo... nos parecen tan ajenos... ¿Y si el día de mañana nos encontráramos en una situación similar? ¿No nos gustaría que nos ayudaran? Yo mismo digo que hay que ser tolerante, hay que dar libertad, hay que colaborar con todos sin importar las apariencias... pero a la hora de la verdad preferiria dar clase en un colegio acomodado por aquello de quitarme agobios y encontronazos. Se lleva mucho esto de: ande yo caliente... ¿Para qué voy a preocuparme por los demás?

Por un momento, he querido dejar de lado todo este estúpido mundo y centrarme en todo aquello que realmente me asquea de la sociedad en la que vivimos. Probablemente, en media hora haya olvidado todo esto. Seguramente mañana negaré dinero a los mendigos que encuentre por la calle poniendo la excusa de que no llevo dinero encima. Pero sin embargo me sentiré muy bien cuando ayude a cruzar la calle a una anciana, porque creeré que ella no es ningún peligro para mi posición.

Y si todo esto lo vemos como futuros docentes, la cosa se volverá harto complicada. Todos estos aspectos de la sociedad se van a ver reflejados en el aula. Y es muy difícil decirle a un niño que, a pesar de que intentemos transmitir en el aula valores como la tolerancia, el apoyo, el respeto... ni sus padres ni nosotros los ponemos en práctica. Es muy difícil también decirle a un alumno que tienes una casa libre que podrían usar 4 de los más de medio millón de sintecho que hay en España. Es muy difícil explicar al aula que Juan, por ejemplo, no huele como los demás porque en su casa han cortado el agua. Y te va a tocar hacerlo.

No sé cómo abordaré estos temas en el aula, pero sé que van a salir a escena y que, personalmente a mí, no conseguían convencerme con aquello de ayudar al prójimo si justo a la salida los mismos docentes que pretendían transmitirme esos valores negaban una moneda a un vagabundo.

La mejor manera de hacer entender la sociedad es teniendo claro que no somos tan buenos. Que no vamos a pretender cambiar de golpe pero sí gracias a pequeños pasos, pequeñas gotas de lluvia que conforman una marea. Podríamos empezar intentando dar ejemplo o, si ello no fuera posible de momento, parándonos a pensar cómo nos gustaría que cambiara la sociedad, en qué aspectos.

Me gustaría enseñar esta canción en mi aula el día de mañana y que, como a mí en su momento, se nos explicara que, ante la que se nos avecina, no vale de nada tener dinero ni joyas, sino procurar ayudar al prójimo para que el día de mañana también puedan ayudarme a mí. Lo fácil es decirlo, lo difícil, ponerse a ello.


Reciclémonos como personas, reciclemos la sociedad.

Arte al servicio de la sociedad

Allá por los años 60, tal y como nos explicaron este lunes en clase, un grupo de jóvenes neoyorkinos decidió comenzar a utilizar sprays de pintura para crear pequeñas "firmas" y composiciones en los vagones del metro de Nueva York. Sin saberlo, estos jóvenes comenzaron a desarrollar el arte de los grafitis, y su intención inicial no era otra que la de darse a conocer y que sus nombres y pretenciones se vieran a lo largo de toda la ciudad estadounidense.

Hasta nuestros dias, este arte callejero ha ido evolucionando muy rapidamente. En sus inicios era un tipo de expresión bastante sucia y perseguida. Estas personas no guardaban respeto por nada pero, sobre todo, comenzaban a hacer ver la realidad en unas sociedades occidentales necesitadas de nuevos cambios y de otras formas de expresarse. Poco a poco, este nuevo arte se fue extendiendo por cada ciudad del mundo. Cada vez se tenían más en consideración y los grafitis eran vistos como un modelo diferente de arte, más callejero, más simple... pero que lograba reflejar fielmente muchos de las pretensiones de la nueva juventud occidental que buscaba una forma de expresión diferente, al margen de la sociedad.

Y pese a nacer paralelo a la sociedad, el arte de los grafitis se ha integrado hasta el punto de que todos nos damos cuenta de la importancia de los mismos. Muchas instituciones, muchos comercios, empresas de todo tipo utilizan estos "murales" llenos de color para transmitir distintos mensajes. Incluso muchos de estas instituciones ponen muros a disposición de estos artistas para que desarrollen sus obras con total libertad. 

En relación a todo esto siempre me ha llamado la atención un grafiti de la carretera de Béjar en nuestra ciudad:







Se trata de un grafiti del propio ayuntamiento de Salamanca. En él, podemos observar a un niño y a una niña. Ambos están soplando, y a través de este soplido dan lugar a la ciudad charra. Se vislumbra facilmente la silueta de las catedrales y el casco histórico en el entorno del Puente Romano. Al lado, el nombre de la ciudad escrito de forma llamativa y, por último, un escudo de la ciudad. 

Podemos ver gracias a la fotografía como el arte (de los grafitis en este caso) se pone a disposición de la sociedad y las instituciones para transmitir un determinado mensaje.

Está claro que la actual composición de este muro me parece mucho más acertada que un simple gris de hormigón. Mucho más barato que recubrir todo el muro de piedra de Villamayor, y mucho más original que plantar unas enrredaderas a lo largo y ancho del muro.

No pretendo que cada muro, cada fachada de las urbes se llene de estos grafitis, muchos de los cuales no gozan de la estética mínima o se sitúan fuera de lugar, manchando monumentos y verdaderas obras de arte. Pero, cualquier espacio carente de uso, cualquier muro inerte y abandonado a su suerte, cualquier zona que se pueda poner a disposición de verdaderos artistas como los que realizaron la composición de la foto debería poder usarse para, con el adecuado decoro y civismo, convertir estos espacios vacíos en espacios de vida, espacios de color y espacios de alegría.

Si los ciudadanos disponen de buenos grafitis como este, estoy seguro que cambiarán su mentalidad hacia este tipo de arte un tanto rebelde. Si conseguimos que sea visto como un medio de difusión cultural a disposición de todos y usado por todos observaremos como más de uno se detendrá a mirar graffitis sin verlos como algo escandaloso y horrendo que afea las paredes de la ciudad. 



Si con esta entrada consigo que alguien mire con otros ojos este tipo de arte urbano y se acerque a ver esta obra a su emplazamiento, habré conseguido mucho.

(Imagen propia)

viernes, 8 de marzo de 2013

ExpresARTE

El arte, como vengo repitiendo de forma machacante a lo largo de mis entradas, constituye un instrumento fundamental de transmisión de sentimientos e ideas, de cultura, de aprendizaje... 

Gracias a las manifestaciones artísticas nos sentimos identificados con un determinado grupo de personas, formamos parte de una colectividad... Y esto es más que patente pues un habitante de España no tendrá las mismas reacciones si, por ejemplo, escucha nuestro himno nacional o si escucha el himno nacional ruso, por decir alguno. Y es que, la música en este caso, nos ha conseguido unir, nos hace una pieza más de la sociedad, nos hace identificarnos con algo que creemos nuestro. Si observáramos un monumento a los caídos en la Guerra Civil podemos sentir odio, pena, tristeza... pero nos resultará más evocador que a alguien que no haya oído hablar de dicho suceso en su vida.

Y en relación a todo esto quiero hacer referencia a un grupo de música de nuestra tierra, Mayalde. Este grupo de música se dedica a cantar canciones tradicionales de Salamanca. Son canciones que, en muchas ocasiones, a los salmantinos nos suenan, pero no solemos tenerlas en cuenta, total, son canciones pasadas de moda, canciones de pueblo, y nosotros somos "muy modernos" para escucharlas. Este grupo de música las recupera y las canta a través de instrumentos y objetos tradicionales. Sí, sé que estáis pensando en algo tipo Mayumana, ¿verdad? Pues si, se asemejan, con la pequeña diferencia de que a este grupo le conoce mucha menos gente, con la práctica excepción de que Mayumana es mucho más actual y vanguardista, pero, en esencia, no deja de hacer lo que grupos como este llevan haciendo toda la vida, no dejan de tocar como tocaban nuestros antepasados para ahuyentar el hambre cuando no tenían mucho que hacer.

No pretendo que la gente deje de oír grupos como Mayumana (me parecen geniales ojo), pero, si nos pillan más cerca, si lo llevan haciendo tantos años y si, como venía manifestando más arriba nos transmiten más cosas pues, en definitiva, sus canciones son la esencia de la cultura charra, ¿no podríamos pararnos a escuchar un rato sus ritmos? Ya sé que lo tradicional no vende, que verles haciendo canciones con latas nos va a parecer cuanto menos admirable pero un tanto "rústico". 

Pero cuando te sientes parte de los sentimientos que transmiten y piensas: anda, si esa canción también la cantan en mi pueblo, si me la cantaban mis abuelos... Te sentirás invadido por una serie de sentimientos que, personalmente, no creo que ningún tipo de fiesta pueda proporcionarte, porque gracias a ello habrás enlazado con una parte de ti mismo, con tu pasado, y con lo que debería ser tu futuro. Me gustaría que todos os sintierais identificados con esto y, allá donde vayáis, recordéis de donde venís.

Porque el arte nos identifica como colectividad. Y yo, me sentiré salmantino siempre.


Esta la cantaba la abuela.


Y esta, el abuelo.

Y es que, toda música puede tener su enseñanza. Y, en definitiva, no hemos cambiado tanto.



jueves, 7 de marzo de 2013

Esos locos bajitos

Llenos de preguntas, de sonrisas, de caras amables, de bondad, faltos de prejuicios... Así son los niños.
Con el paso del tiempo esos locos bajitos nos van dando muchas alegrías. Siguen siendo perfectos, siguen siendo nuestros niños mimados, nuestros ojos, nuestra voz, nuestra ilusión... Pero, poco a poco, estos niños van cargando con nuestras ideas y nuestras frustraciones. Van llenándose de agobios y ansias de futuro. Van viviendo en sociedad. Han dejado a un lado su curiosidad infantil y se encaminan hacia un futuro como trabajadores, como adultos que sólo buscan medrar y ganar más dinero. Ya no conservan esa dulzura infantil, ahora se guían por los estereotipos y el beneficio. Ya no son tan preguntones, han madurado. Ya no tienen ganas de seguir estudiando. YA ESTÁN EDUCADOS
Desgraciadamente, al educar a nuestros alumnos, al educar a nuestros hijos, conseguimos transmitir todos nuestros pesares e ideales. Conseguimos que dejen de ser creativos y ensoñadores. Han perdido la curiosidad y sólo se preocupan de qué han de hacer para superar una u otra asignatura. En eso se ha convertido el aula, en eso estamos educando. Y si no me creeis no teneis más que recordar cómo érais de pequeños o bien observar algún niño en el parque o con su familia. ¿Acaso no habeis sido vosotros iguales? ¿Acaso no habeis jugado con otros niños sin importaros si fuera más alto, más bajo, más joven, más oscuro...? A esas edades nada importa. Todo es perfecto porque lo que importa es la esencia de las cosas y no las apariencias.
Es innegable que a lo largo del proceso de socialización el niño va a ir descubriendo el mundo y va a integrarse en la sociedad, con todo lo que eso conlleva. Lo único que me preocupa es que en el aula y como futuros padres y docentes contribuyamos a limitar esa creatividad del alumno. Me preocupa que en el aula no les dejemos hacer preguntas ni les ayudemos a ser personas libres y educadas. Lo que me preocupa es que dejen de creer que se pueden cambiar las cosas y me preocupa demasiado que no les tengamos en cuenta. 
Y es que, muchas veces creemos que en al aula no podemos hacer caso a las locuras e iniciativa de los alumnos. Total, ¿qué saben ellos de la vida? ¿qué van a opinar si no tienen ni idea de cómo va esto?
Pues a lo mejor, estos niños tienen la solución a muchos de los problemas que hoy acucian nuestra sociedad.

¿Les preguntamos lo suficiente? ¿Somos curiosos con sus ideas y pensamientos?
Ya ven señores, tenemos mucho que aprender...
...de esos locos bajitos

martes, 5 de marzo de 2013

A mi maestro...

Él me enseñó más de todo que la  misma vida.
Supo hacerme ver, lo que los ojos no ven,
supo hacerme oír, lo que las palabras no dicen.
Él me enseñó a pensar: en idas, y venidas,
en todo y en nada. Él sacó de mí,
desde mis hojas, hasta mis raíces.
La magia de los números, poemas de golondrinas,
el secreto de las flores, y del negro los matices.
El Duero, el Ebro, el Tajo, el Guadiana; y la plastilina;
el arrullo de la flauta, el futuro, los orígenes.
Me enseñó a amar, a entender,
a perdonar y a compartir,
a mis virtudes exaltar,
y a mis defectos corregir.
Soy lo que soy, porque alguien me enseñó a ser,
ya que tuve un maestro que me enseñó a vivir:
Que no sólo me enseñó qué es la vida,
sino que me enseñó a vivirla feliz.

 
Quería comenzar una nueva entrada con un poema de mi amigo Enrique que refleja un sentimiento de gratitud hacia la profesión que llevan a cabo los maestros en el aula. Y es que, por contra de lo que como futuros docentes nos gustaría, nuestra labor no goza del reconocimiento que antes tenía. No sé a qué se debe, no sé por qué hemos llegado hasta este punto, pero sí sé que no me gusta.
 
Antiguamente los profesores gozaban de una autoridad increíble. Podían hacer lo que quisieran en el aula, enseñaban sin que nadie les cuestionara qué castigos imponer o sin que les recriminaran su dureza para que sus alumnos aprendieran. La ley del profesor era la que dominaba en el aula y, tanto la sociedad como sus propios alumnos les tenían en buena estima a pesar de que sus métodos didácticos no eran los más adecuados.
 
Pero, a la par que este mundo se ha ido volviendo cada vez más loco y "moderno", la profesión docente y la sociedad en la que se desarrolla ha ido cambiando. Y es que, actualmente no es extraño encontrar un aula en la que el profesor ve como existen cortapisas que le impiden desarrollar su labor docente de la mejor manera que cree. Muchos padres cuestionan la capacidad del profesor para hacerse con la clase y, tristemente, muchas veces también lo hacen sus propios alumnos. Probablemente gran culpa de la situación actual la tengan los docentes, no lo sé. Quizá no han sabido adaptarse al nuevo contexto de aula y, ante una situación hostil reaccionan de mala manera. Tal vez los niños actuales tengan mucha sobervia y pocas ganas de trabajar o, quizá, sus padres se fien demasiado de sus palabras y excusas y, por no oirles, prefieren pasarle la patata caliente al docente volcando en ellos toda la responsabilidad de un proceso educativo del que también deben formar parte.
 
Y nosotros, como futuros docentes, nos encontramos ante esta sociedad tan cambiante. Ante una sociedad que ya nos ha relegado de aquel puesto de mando y autoridad que antiguamente teníamos. Y personalmente me gustaría que no fuera asi. Me gustaría que de una vez por todas cambiara esa mentalidad y tomáramos conciencia de la importancia de una buena educación para el desarrollo de todo un país. Me gustaría que de una vez por todas la gente dejara de ver esta carrera como algo para toda aquella gente que no tenía otra opción de estudio, se metió aquí por aquello del "pinta y colorea". Y también me gustaría que, al igual que ya hacemos, sigamos levantando bien alto la cabeza para defender esta profesión tan digna y que tanto nos apasiona, porque cuando somos capaces de sacar una sonrisa del alumno, un conocimiento bien asentado, cuando somos capaces de querer y que ellos nos quieran... la felicidad será tal que nos sentiremos grandes profesores y sabremos que todo ha valido la pena y que, aunque nos queda mucho por cambiar a nivel social, podremos conseguirlo.
 
Debemos promover un cambio en la sociedad y hacer que, como Enrique, toda una generación del mañana en nuestro país pueda decir que tuvo un maestro que le enseñó a vivir la vida feliz.
 
 
 
Queda mucho trabajo pero hacer, pero no será en balde. La recompensa es grande.
 
 
Pongámonos en movimiento.
 
 

lunes, 4 de marzo de 2013

La Cultura Visual

A lo largo de los años todas las sociedades se han guiado por una serie de patrones o modas determinadas. La cultura ha ido incorporando nuevas concepciones artísticas, nuevos modos de expresar el arte y de familiarizarse con él, nuevas formas de comunicarse...
Pero probablemente nunca la Educación Artística haya tenido tanto trabajo para hacer frente a la cultura visual de la actualidad. Y es que nos encontramos indefensos ante tantos anuncios, tantas videoconsolas, tantas películas, fotografías... que llegan a nuestros alumnos sin pasar por un filtro adecuado. Todas estas expresiones de la cultura visual actual hacen que nuestros futuros alumnos esten más familiarizados con cualquier personaje de ciencia-ficción de su serie favorita que con cualquier pintor famoso.
En el aula los docentes se encuentran indefensos ante la acometida de los medios de comunicación sobre nuestros pequeños. Creemos que por utilizar más soportes digitales o acercar al aula todo tipo de material audiovisual estamos imponiendo una buena Educación Artística en los alumnos, sin darnos cuenta que muchas veces no debemos ir en consonancia con las modas de este mundo cada vez más loco y desorientado. ¿Por qué nunca nos hemos parado a pensar qué efecto provocan en los alumnos tantos estímulos visuales? ¿Son malintencionados muchos de los estímulos que se le presentan a los niños a través de los medios de comunicación? Para responder a todo esto me gustaría hacer referencia al Manifiesto Docente de María Acaso. Para ello quiero que visualizeis estas imágenes.



Me gustaría saber qué pensáis a primera vista. Sí, ambas son fotos de grupos de mujeres. En la primera se trata de modelos, en la segunda también. Pero si preguntáramos a las mujeres en qué grupo desearían estar, doy por supuesto que la mayoria elegirían el primero.Y es que, la sociedad, los poderes económicos reinantes diría yo, nos hacen ver por medio de los medios audiovisuales (televisión, prensa, internet, videojuegos...) que son ellas (las de la foto superior) las que están destinadas a clasificarse como "tías buenas". Las pertenecientes a la segunda imagen son mujeres realmente espectaculares también, pero socialmente son vistas como "del montón", y es que interesa que se gasten dinero y muevan todo un negocio inmenso para intentar asemejarse a las primeras, para intentar verse mejor en un sistema que les ha dicho que la forma de las primeras es la que mejor les hará sentir, la que más miradas desatará y con la que se sentirán más agusto. María Acaso entiende todo esto como metanarrativa, pues con esta u otras imágenes que podemos ver en los medios de comunicación y con la que nos bombardean a diario el medio opresor se hace con el control a través del lenguaje visual y nos hace consumidores de todo aquello que realmente no necesitamos.
Contrario a la metanarrativa tenemos la micronarrativa. Se traduce como "el relato que emite el grupo oprimido a traves del lenguaje visual". Y es que el lenguaje visual es un lenguaje bidireccional y el propio grupo opresor puede hacer ver la realidad, lo que se considera normal a nivel social. Ejemplo de micronarrativa tenemos en la segunda imagen. Esas mujeres que no suelen ser portadas de revista ni modelos de pasarela perfectamente podrían serlo, pues son un fiel reflejo de la sociedad y de lo que estamos acostumbrados a observar en nuestro dia a dia.
Y es que no logro entender cómo aún en pleno siglo XXI seguimos haciendo caso a tanto bombardeo de publicidad y consumismo que nos anima a parecernos a alguien que en realidad no somos. Si el día de mañana tenemos la suerte de contar con un aula en la que impartir docencia observaremos como nuestros alumnos estarán más preocupados de la nueva PlayStation que ha salido al mercado que de entender la importancia de analizar bien la información que nos llega desde tantos medios de comunicación. ¿Por qué no enseñar en el aula qué debemos tener en cuenta con respecto a la cultura visual? ¿Por qué no enseñar que la publicidad y las modas que se imponen desde las altas esferas no son las reinantes? ¿Por qué no enseñar a vivir agusto consigo mismo? ¿Por qué no educar artísticamente de una vez y dejarse de tantos cacharritos electrónicos?



El anuncio refleja fielmente la realidad. Todos intentamos aspirar a ser alguien mejor. El problema es cuando nos preocupamos más de cambiar en nuestro aspecto físico que en el interior. Cuando creemos que se es mejor por ser más alto, más guapo, más rubio... y no vemos que, por dentro, ya somos maravillosos.
Los docentes hemos de ser este filtro de control que contribuya al desarrollo de una potente Educación Artística que tenga como objetivo el correcto desenvolvimiento en una sociedad guiada por los intereses y el poder económico.
Enlace video María Acaso "Manifiesto docente"
Y como no podía ser menos, he de culminar con una canción que transmita que no importa cómo seas, lo importante es que cada uno se sienta bien consigo mismo olvidándose de los dictados de la sociedad.

 (Imágenes sacadas de Google)

sábado, 2 de marzo de 2013

AlegrARTE


A veces llega un momento en que te haces viejo de repente...

Y en ese momento es cuando te das cuenta de qué personas, qué lugares, qué momentos merece la pena recordar. Llegas a la conclusión de que todo lo que has vivido, todas las personas que has tenido cerca y cada una de las decisiones que has ido tomando te han configurado como persona. Sólo ahí eres capaz de intentar imaginar tu futuro y, evidentemente, ese futuro va a estar cerca de ellos, cerca de aquellas personas que siempre han estado ahí y supones siempre lo estarán.

No vale la pena vivir bajo presiones, agobios inútiles que te incapacitan para ser feliz. No sirve de nada. Tampoco ayuda estar constantemente preocupado por cosas, vivir a merced de otros y no luchar por tus ideales ni aquello que realmente te hace feliz. Has de vivir rodeado de los tuyos, de todas esas personas que poco a poco te van formando, te guían por los caminos de la vida y te ayudan a ir  configurando tu forma de ser. Esa forma de ser que te va a determinar para siempre ha de ser aquella de la que te sientas realmente orgulloso. Es imprescindible que elijas tu camino, tu senda, pues si no nunca lograrás vivir feliz, y nunca podrás conseguir la sensación que estoy sintiendo yo en este momento.

Porque todas aquellas personas que han formado parte de tu pasado han dejado huella en tí. Tú eres un conjunto de otros: amigos, familiares, compañeros de trabajo, de colegio, viejos conocidos, personas que habitan tu mismo entorno... Y nunca está de más detenerse en este ajetreado mundo y echar la vista atrás. Echar la vista atrás con el objetivo de coger fuerzas para afrontar el gran trecho que aún nos queda por caminar de nuestra vida. Echar la vista atrás para apoyarte en la gente que sabes siempre va a estar ahí y, sobre todo, echar la vista atrás para no caer en los errores del pasado.

Y sólo cuando realmente te hayas dado cuenta de que esa gente que tienes alrededor es maravillosa podrás descansar, sólo un poco, y detenerte, y agradecer tantas y tantas cosas, demasiadas diría yo. Pero no te detengas demasiado porque, como si de una planta a la que tienes mucho cariño se tratase, la amistad y la familia son aspectos a regar cada día. No te descuides ni un pelo, pues ellos no se descuidarán por tí, seguirán ahí pase lo que pase.

Sé que nunca voy a olvidar lo que ellos hacen por mí porque son gente increíble. Sólo puedo ofrecerles mi amistad o, al menos, intentar devolverles una pequeña parte de todo lo que han hecho por mí.

Estaré en deuda con ellos de por vida y, sobre todo, estaré feliz si ellos están a mi lado.


Espero encontrar algún día la felicidad. Personalmente, creo que voy por buen camino y os invito a que la busquéis con la mayor fuerza del mundo.

(Foto y texto propios)