Ayer me dijo un amigo que cuando una persona está lejos de su amado/a todo le recuerda a él o a ella. Ve muchas más parejas y todo a su alrededor son arrumacos y caricias. Se supone que ve todo lo que desearía hacer con su pareja en ese momento. Ese pensamiento le hace ver como extraordinario algo que desde hace mucho tiempo a su alrededor es habitual. Y es que, debe ser muy duro querer tener a tu lado a esa persona que te regala tanto sin pedir nada a cambio. Debe ser una putada sentir que te falta alguien que, desgraciadamente, no está contigo todo el tiempo que desearíais. Es un poco duro pensar que tu pareja no va a estarte esperando a la salida de la facultad ni tú vas a hacer lo propio con ella porque hay 200, 300 o 1000 kilómetros que os separan. También debe ser una mierda ir los domingos al cine y encontrarte con tantas y tantas parejas que aprovechan ese día que los demás solemos tirarnos a la bartola porque quieren comenzar bien la semana, y que mejor que al lado de esa persona.
Esa persona que para los demás no tiene ninguna importancia. Esa persona que para los demás es "del montón". Esa persona que intenta por todos los medios que tu felicidad sea la nota dominante de cada día que pases en este mundo. La persona con la que sueñas, con la que ríes y con la que lloras. Esa persona no es cualquier persona.
Yo, por suerte o desgracia, me veo en esa misma situación. Pero no lo veo como algo negativo, a pesar de lo expuesto anteriormente. No, lo veo como algo por lo que dar gracias día a día. Sí, todos los inconvenientes antes expuestos me los sé de sobra. Pero también reconozco que a mi alrededor veo que esa gente que se ve tanto y está tan unida no es capaz de dar valor a lo que tiene. Quizá el verse día a día sea un impedimento. Puede que te agobies y que no quieras simplemente verla. Puede que sientas que no te comprende si un día no quiere quedar contigo porque está cansada o simplemente no quiere verte en esa ocasión. Vas sumando bobadas, y al final estallas. Estallas cuando no deberías y tiras por la borda todo lo que merece la pena. No te das cuenta que mucha gente daría lo que fuera por estar en tu situación y lo único que haces es cagarla y volverla a cagar, consiguiendo que sus buenos días se tornen malos simplemente gracias a tus desplantes o malas contestaciones.
Y yo, puesto que sólo puedo disfrutar de ella un fin de semana al mes, aprovecho cada momento a su lado. Dejo al margen cualquier posible movida porque mi única premisa al verla es aprovechar todo el tiempo perdido. Ya que no puedo hacerle ver día a día de forma física lo importante que es para mí me conformo con hacerlo un fin de semana el mes. Y, fijaos lo intenso que puede llegar a ser: ese simple fin de semana al mes me hace ver que merece la pena. Me hace comprobar que nunca hemos dejado de ser lo que un dia empezamos a ser: dos niños chicos que nos reíamos de cualquier cosa y que comenzamos a cogernos cariño y, con el paso de los años, aquí seguimos. Ella allí y yo aquí, SÍ, pero ya habrá tiempo para coincidir en un mismo lugar. No hace falta quemar etapas demasiado rápido y querer convivir ni mucho menos llevar relaciones como si tuviéramos 40 años.
Y yo, puesto que sólo puedo disfrutar de ella un fin de semana al mes, aprovecho cada momento a su lado. Dejo al margen cualquier posible movida porque mi única premisa al verla es aprovechar todo el tiempo perdido. Ya que no puedo hacerle ver día a día de forma física lo importante que es para mí me conformo con hacerlo un fin de semana el mes. Y, fijaos lo intenso que puede llegar a ser: ese simple fin de semana al mes me hace ver que merece la pena. Me hace comprobar que nunca hemos dejado de ser lo que un dia empezamos a ser: dos niños chicos que nos reíamos de cualquier cosa y que comenzamos a cogernos cariño y, con el paso de los años, aquí seguimos. Ella allí y yo aquí, SÍ, pero ya habrá tiempo para coincidir en un mismo lugar. No hace falta quemar etapas demasiado rápido y querer convivir ni mucho menos llevar relaciones como si tuviéramos 40 años.
Hoy quiero que toda esa gente que vive su amor en la distancia sea consciente de que son precisamente esos 200, 300 o 1000 kilómetros los que te hacen valorar a la persona que está contigo. Que son esas conversaciones por teléfono las que llenan nuestros corazones. Que son esos abrazos de reencuentro tras un mes sin veros los que os llenan más que cualquier piquito diario. Que esos besos de despedida son los más húmedos que podríais daros en años. Porque cuando me despido de ella realmente sé que va a estar ahí, pase el tiempo que pase. Y ya ha pasado demasiado tiempo :D
Así que ya sabéis , como dijo el gran Julio Cortázar:
SÓLO NOSOTROS SABEMOS ESTAR DISTANTEMENTE UNIDOS
Imagen: tumblr.com
Precioso como cada uno de tus escritos, eres genial. Me encantó poder sentirte en mis brazos de nuevo y ver esa enorme sonrisa :)
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