Hoy he vuelto a pasar por este blog que tantos quebraderos de cabeza me dio. Unos días no sabía acerca de qué escribir. Otros simplemente me invadía la pereza. Las entradas relativas a teoría me aburrían pues muchas de ellas me parecían poco interesantes para los intereses que yo pudiera tener. Pero siempre había algún momento en el que sentía verdaderas ganas de escribir, de volcar aquí todo lo que me pareciera interesante. Pues bien, con ese mismo hábito quiero continuar. Quizá no tan asiduamente, o sin tocar los mismos temas. Tampoco quiero cambiar un ápice de lo que esto fue. El pasado nos enseña que todo tiene un por qué y nos ayuda a entender el futuro, y esto empezó siendo un blog de clase, un blog que hice obligado y hoy día quiero continuar.
Podría citar a Fray Luis de León el cual, tras 5 años en la cárcel volvió a la Universidad de esta preciosa ciudad a orillas del Tormes dijo a sus alumnos: "Decíamos ayer..."
Pues bien, hoy quiero hablaros de La Atenas de Occidente.
¿Sorprendidos? ¿Por qué se le llamará a Salamanca la Atenas de Occidente? Yo no lo sé, pero me aventuraré a afirmar que es por los múltiples filósofos (véase Escuela de Salamanca) y estudiosos que habitaban en ella antiguamente. Por los múltiples estudios, los grandes descubrimientos y los importantes personajes que se formaron en el Estudio General que abrió sus puertas hace casi 800 años. Por los Fray Luis de León, Miguel de Cervantes, Miguel de Unamuno, Cristóbal Colón, Salinas, Santa Teresa de Jesús... que han hecho de esta ciudad ese gran marco cultural en el que nos encontramos.
Y a pesar de haber contado con ese importante grupo de gente en nuestras calles, y a pesar de tener un patrimonio envidiable y esas construcciones que tanto deberían ensimismarnos, aún hay gente que cree que esta ciudad no vale para nada. Cree que la solución a nuestros problemas y a su propio futuro es emigrar, abandonar este lugar que tanto nos ha dado. Cree que ser moderno y urbanita es viajar a París o Nueva York sin tan siquiera haber visto el edificio histórico de la Universidad, la Casa Lis o Ieronimus. Gente que cree que residir aquí y no en Madrid es una paletada cuando hemos sido la ciudad en la que media Europa ponía los ojos hace ahora 400 años.
Y es que ayer pensaba en todo ello al observar esto:
¿Cómo es posible que haya gente que obvie que la biblioteca de la imagen inferior recoge una de las mejores colecciones del Mundo Occidental? ¿Puede haber realmente salmantinos que no conozcan la Universidad en activo más antigua de España y la primera del mundo en obtener tal título por parte de la Santa Sede? ¿Sabemos acaso que el reloj de la Catedral Vieja de Santa María es el más antiguo de cuantos jalonan las catedrales españolas?
Desgraciadamente, para muchos de nosotros esto ha dejado de tener valor, porque Salamanca nunca llegará a ser una ciudad de renombre hasta que nos monten un IKEA o un PRIMARK, ¿verdad? Quedará como una ciudad mediocre sin su equipo de fútbol y sin un AVE en condiciones. Y no digo que estas cosas sean importantes, no conoceréis defensor más acérrimo de estas cosas que yo. Pero mucho más triste me parecería vivir en una ciudad con todas estas cosas carente de Patrimonio e historia como nuestra bella Salamanca.
Porque hace ya más de 2700 años esta ciudad apareció, pero aún quedan demasiados para que caiga en el olvido. Y ya me diréis si no os sentiréis orgullosos cuando, desgraciadamente, probéis suerte lejos de aquí y afirméis bien orgullosos que vuestro lugar de nacimiento, vuestra tierra, se encuentra un poco más allá, en un vado natural sobre el Tormes engendrado hace ya más de 2700 años. Y ese vado no es otro que Helmántica/Salmantica/Salamanca...
Esa ciudad que se ha forjado en torno a grandes descubridores, a grandes mentes pensantes que han guiado durante muchos años el devenir de España. Suena a exageración, pero es la verdad. Es una ciudad increíble que nunca me cansaré de descubrir. Ayer visité en el día de puertas abiertas el edificio histórico (una vez más), Ieronimus y otros tantos espacios con los que contamos. Os invito a que os detengáis en cada rincón de esta ciudad cultural. A que os deleitéis con las vistas, con un café en la Plaza Mayor, a que descanséis tumbados en la Plaza de Anaya, a que acudais con vuestras parejas al Huerto dde Calixto y Melibea.
Y por favor, no os permitáis la catetada de ir a visitar otras ciudades sin antes descubrir verdaderamente la vuestra, seáis de aquí o de donde sea. Yo tengo claro que le debo mucho a la mía, y por ello doy mil gracias.
GRACIAS
Por cierto, ¡FELICES FIESTAS A TODOS! ¡VIVA LA VIRGEN DE LA VEGA!
Fotos propias
Fotos propias
No hay comentarios:
Publicar un comentario