sábado, 18 de octubre de 2014

Recuerdos de Verano

El verano. ¡Qué voy a contaros que no sepáis acerca de él!. No estrés, no prisas, no agobios, no preocupaciones... Bueno sí, pero sólo una. Pasarlo bien, disfrutar, relajarnos y rodearnos de las personas que más queremos y necesitamos.
En verano da un poco igual donde estés, adónde viajes. Ya sea el pueblo, la ciudad, otro país o la playa, la única premisa es sentirte a gusto, sentirte feliz. 



Cuando de repente vuelves a la rutina te invade una sensación de pena increíble. Añoras esas noches tumbado en el césped de tu pueblo junto con tus amigos, hablando de la vida mientras miras las estrellas y escuchas el recorrer del embravecido Águeda surcando las arribes del Duero. Echas en falta a tus amigos haciendo competiciones y gymkanas por una casa perdida de la mano de Dios en la cual cualquier minuto significaban miles de recuerdos, miles de historias. Comienzas a pensar en lo bien que estabas en Cracovia, haciendo de las tuyas con un par de cervezas en una cocina cochambrosa de un hostal rodeado de los tuyos o en lo que darías por volver a la Barceloneta y sonreír a esa chica que significa tanto para ti. 




Sin embargo, sería injusto pretender que toda nuestra vida girara en torno a esta época dorada, el verano. Si esta sensación durara toda la vida quizá seríamos más felices, quien sabe. Pero quizá también nos cansaríamos de repetir las mismas situaciones diariamente. Quizá dejáramos de valorar estos pequeños momentos con los nuestros y comenzáramos a dejar de darle importancia a todo por lo que ahora contamos los días para que llegue. Parece que el verano es el momento en el que somos realmente nosotros, luego... ¿por qué no vivir ese verano cada día del año?. ¿Por qué no aprovechar una clase, una escapada de fin de semana, una quedada o una reunión con amigos o familiares para aprender a valorar que todo en esta vida tiene una parte positiva que parecemos tratar de disimular buscando la felicidad en esos momentos que, ciertamente, son pocos a lo largo del año?

Si nos parásemos a pensar en lo absurdo que es contar los días para el verano, las fiestas de nuestro pueblo o el fin de semana nos daríamos cuenta de que hemos desperdiciado la mayoría de nuestra vida añorando momentos que van a transcurrir muy rápidamente y que hemos dejado de lado otros que nos parecían aburridos o que ni siquiera hemos querido descubrir. 

Sí, no os voy a negar que no me gustaría volver a todo aquello que os he comentado anteriormente. Pero tampoco creo que por ello tenga que dejar de lado todo aquello por lo que día a día puedo dar gracias. Por todo aquello a lo que ponemos buena cara aunque sea lunes por la mañana y no tengamos ni ganas ni vitalidad para afrontar. Son esos momentos en los que una persona se pone el mundo por montera y comienza a vivir realmente la vida. Sabe que no todo tiene porque resumirse en o vacaciones o hastío. Que en cualquier momento puede esperarle algo bueno, algo maravilloso.

Aún así, si algún día tenemos uno de esos días de hastío, siempre podremos recordar lo felices que hemos sido estos tres meses que han pasado de verano. Siempre me gusta afirmar que cada verano es el mejor de mi vida. Será que sigo teniendo a mi lado gente increíble y que ellos me ayudan a vivirlo de la manera más especial e intensa posible. Espero que todos vosotros hayáis tenido esta misma sensación que en días como hoy tengo. Esa sensación me dice que soy afortunado, que he vuelto a vivir el mejor verano de mi vida, con las mejores personas que podría tener. Pero la mejor sensación que deseo para mí y todos vosotros, es sentir que hoy 18 de Octubre, y todos los demás días, vuelven a ser verano.




Hasta la próxima amigos :D


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