sábado, 24 de enero de 2015

¿Dónde reside la discapacidad?



Por favor, deteneos dos minutos a observar este vídeo. Se trata de un experimento que hicieron a padres e hijos. El cometido era muy sencillo: debían imitar aquellos gestos y caras que veían en el proyector. Todo tipo de personas (con sus características), muestra una mueca, un gesto... y los padres e hijos allí presentes debían imitarlo, con mayor o menor acierto. Pero, ¿qué ocurre cuando aparece la última niña?.

Los padres, de repente, dejan de imitarla. "¿Por qué?" preguntarán algunos. Quizá por respeto, pues piensen que no es algo correcto. Puede que piensen en las limitaciones que esta niña tiene y que, por ello, no sea digna de ser tratada de la misma forma que al resto de las personas observadas. Quizá piensen que el hecho de reproducir sus gestos sea visto como un insulto, como una mofa. Sea, como fuere, el caso es que la han tratado diferente al resto de las personas anteriores.

Primero de todo, me gustaría decir que probablemente, ante la misma situación, tampoco imitase a esa persona. Llamadlo educación, respeto o cobardía, o quizá trato diferenciado. Yo creo que es algo tan sencillo como que simplemente tenemos demasiado asumido que estas discapacidades o diferencias son las que hacen a esas personas "distintas", "especiales", pero no nos paramos a pensar que realmente todos somos diferentes.

Lo que más me choca de todo el vídeo es poder comprobar como los niños, privados de una educación o socialización que aún no les ha hecho comprender, por parte de los mayores, que esa chica es "especial" como nos gusta decir, imitan a esa chica pues, para ellos, no deja de ser una más y, como tal, digna de imitar como el resto de los que aparecen en el vídeo. 

¿Dónde reside la discapacidad pues?. Nos empeñamos en etiquetar a los demás como si realmente buscásemos aislar a otros, o diferenciarles de alguna manera, tratarles de forma distinta para hacer entender que realmente lo son, sin parar a pensar en que con estas etiquetas sólo estamos consiguiendo generar prejuicios en nosotros mismos. La actitud de los padres no es mala, pues están siendo respetuosos, pero el hecho es creer que, el hecho de respetar a todos y a todas haga que dejemos de tratar a esas personas como merecen, con un trato igualitario y cariñoso. 

Una vez más, deberíamos aprender a mirar con los ojos de los más pequeños. Aprendamos de ellos de vez en cuando.




Hasta la próxima amig@s :D



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