Probablemente a todos nos hayan hecho esta pregunta. Si tenéis pueblo, es más típico aún el... ¿y tú, de quién eres? :D. Pues bueno, la semana pasada fui a la Sierra de Francia. Para los que no la conozcáis, es un paraíso situado en la zona sur de la provincia de Salamanca. Un lugar donde relajarse, donde disfrutar, donde observar la maravillosidad del paisaje y donde deleitarse con las vistas de un territorio que se extiende más allá de lo que tus ojos alcanzan. Pinos, robles centenarios, castaños... te acompañan en tu camino y sabes que por fin tienes un momento para pensar en tí, en tus cosas.
En medio de ese paseo, entre esas vistas, tienes una oportunidad increíble para dejar de lado todo aquello que inunda tu día a día. Las clases, el trabajo, los problemas... pierden importancia en favor de lo que te rodea, de los que te rodean. Sientes que estás en el paraíso, porque hacía mucho que no volvías a tus orígenes, a lo que eres. Y yo, la semana pasada, me volví a sentir serrano, y me vino a la mente todo esto. ¿Por qué mostramos un cariño especial al sitio del que provenimos?, ¿Por qué me sentía como en casa rodeado de estos paisajes o volviendo a dormir en la casa que vio nacer a mis abuelos?.
Y es que realmente no sé qué tiene de especial un lugar u otro para que lo catalogues como "tu hogar". Ese hogar no es otra cosa que un trozo de tierra, más o menos bonito, más o menos verde, con mar o sin él, con árboles o desprovistos de ellos. Pero no deja de ser ese sitio que te ha visto nacer y crecer. Un sitio lleno de recuerdos, de muy buenos recuerdos. Es por ello que a todos se nos pone esa sonrisa bobalicona cuando llegamos al pueblo y decimos sentirnos mejor que nunca. Porque se nos llena la boca afirmando que en un futuro envejeceremos allí, con nuestro huerto, y rodeado de todos esos recuerdos que han conformado nuestra vida. Espero y deseo que la mejor vida posible.
¿Le guardamos recuerdo a nuestra tierra por cómo es o por los recuerdos que encierra?, ¿no tendríamos el mismo cariño a un pueblo de la vasta llanura castellana que a uno de la bella costa asturiana?. No quiero responder a esto, solo busco que valoréis vuestro lugar de origen. Sentíos orgullosos del lugar que os vio nacer y crecer, de las personas que compartieron ese lugar con vosotros, que os ayudaron a descubrir palmo a palmo esa tierra, esos lugares. Porque no creo que haya un sentimiento mejor que el que despierta esta vuelta a tus raíces.
Verdaderamente os digo que pocas veces me he sentido serrano. Era el pueblo de mis abuelos sí, veraneaba allí muy a menudo pero el simple hecho de volver te hace recordar esas tardes yendo a la piscina natural, esas mediodías en la terraza, al sol. Ese olor a jara y esas noches de refresco con tu familia.
Muchas veces peco de salmantinismo, la gente que me conoce lo sabe. Pero me gusta pensar que soy muy afortunado porque quiero a mi tierra. Puede sonar absurdo, pero el simple hecho de amar la Sierra de Francia, Salamanca o Las Arribes del Águeda solo es un reflejo de que esos lugares son los que considero "mi hogar". Lugares poblados por las personas que han marcado mi pasado, presente y futuro. Y sé que no me importa lo que me depare el destino. Siempre que regrese a cualquiera de estos sitios me seguirá invadiendo esa idea, ese sentimiento de volver a mi hogar. Y verdaderamente pensaré que no estaría mejor en ningún otro sitio del mundo.
(Fotos propias)
He de decir que cada entrada supera a la anterior.
ResponderEliminarSon muchas las personas que no tienen raices rurales o por el contrario, que las tienen y no las saben valorar.
Por ello, que menos que disfrutar de la tierra que nos ve crecer día a día y poder acudir a ella cuando se pueda.
Eres muy grande Alberto.
Un saludo, Mari Carmen tu compañera de facultad :)
Muchas gracias por tu comentario :D. Tienes toda la razón del mundo. Cuídate :)
ResponderEliminar