miércoles, 16 de noviembre de 2016

Pensemos en nuestros problemas

Me gustaría que por un momento pensaras en los problemas que te afligen hoy en día. Algo que desearías sucediera y aún no tienes. Algo que desearías cambiar porque parece impedirte llegar a la felicidad. Tu mayor problema, digamos. Quiero que pienses en ello detenidamente. ¿Falta un trabajo soñado, como pudiera ser mi caso?, ¿echas de menos a alguien?, ¿una enfermedad tal vez?. 


Ahora metamos todos esos problemas en un saco, y volvamos a repartirlos. Cada uno de nosotros ha volcado sus problemas en ese saco, aún a riesgo de que lo que reciba sea algo considerado más indeseable. Quizá despojarte del problema que te impide llegar a ser feliz te convierte, efectivamente, en alguien más capaz de afrontar tu día a día con un sonrisa. Pero también puedes dar con un problema que sea más difícil de solventar, de superar, y empieces a valorar lo que previamente tenías. 

Creo que realmente somos gente muy caprichosa, demasiado celosa del resto y queremos que todo llegue cuando ha de llegar. Queremos ser perfectos y que todo salga a pedir de boca. Parecemos obcecados en aquellos problemas los cuales en muchos casos son verdaderas chorradas al lado de lo que podríamos vivir en la vida, pero fijaos como es el ser humano, que incluso poniéndonos ante esta tesitura siempre pensaremos que aún así hay gente que vive mucho mejor que nosotros, que siempre seremos esos pobrecitos que aún no han superado sus problemas. Sin darnos cuenta, acabamos por aceptar como norma una rutina en la que nos machacamos diariamente en esos inconvenientes que parecen no dejarnos ser felices, obviando que todo ese tiempo que perdemos focalizando nuestras vidas en torno a dichos problemas no va a volver. 

Entonces yo me pregunto, ¿a qué esperamos para ser felices?. Problemas vamos a encontrar siempre, diariamente. Los hay que van a ser importantes de verdad, eso está claro. Pero la gran mayoría probablemente se solucionen con una charla entre amig@s, una cerveza y un abrazo. Lo que yo digo hoy aquí es que el tiempo que perdemos no vuelve, y es muy triste pasar días y días pensando constantemente en todo lo que se supone hemos de hacer, decir y pensar. Es triste pensar en qué hubiera ocurrido de haber tomado tal o cual decisión, de no haber hecho una u otra cosa, de elegir un camino u otro. 

Últimamente escribo mucho acerca de este tema, pero es porque creo que yo mismo intento autoconvencerme de que todo en la vida tiene un porqué, que la vida aún no se ha mostrado ante mi con todo su "esplendor" y que solo son coletazos del intento de aspirar a demasiado en poco tiempo y de ilusionarse tan rápido, pero este último aspecto no lo voy a cambiar nunca, porque considero que la ilusión es el sino del vivir. Así que, dejémonos de problemas y sonriamos más. 


Ya llegará la primavera, ¿NO?





Hasta la próxima amig@s :D

No hay comentarios:

Publicar un comentario